viernes, 23 de febrero de 2024

A JIERRO CARTA II COMPLETA

PRÓLOGO: EL DESCUBRIMIENTO
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Carta II

 

·         Hallada en la laguna de los Cachones en 1992.

·         Testimonio sobre papel china.

·         Tipo de doblado: ventana. Sello roto, de lacre rojo amarillento.

·         Dirigida a:

Cornelia Barón López

Sevilla, 20 de enero de 1809.

Amada Cornelia:

                                               No es el delirio el que mueve el metal del canutero. La fiebre debilita mi mano, pero la mente demanda un último esfuerzo antes de que llegue la muerte, necesito confesar la pasión que por ti siento y de la locura que me llevó a desearte en cuerpo y alma. Perdona a este pobre moribundo que desde la distancia espió tus actos revolucionarios hasta que decidiste escapar de la presión de la iglesia.

Nací en Espartinas en la comarca de Aljarafe, de padre pastor y madre hilandera. De adolescente mudé al domicilio de mi abuela trianera para atenderla, ahora vivienda de mi agonía. Pertenecí a la vocación que más odias.

Aceptaste mi amistad, siendo yo exclérigo y apostatado, te lo oculté para evitar la posibilidad de que me rechazaras. Esa madrugada, a tu vera, temblaba de la emoción al tenerte tan cerca. Por fin podía ver el color de tus ojos. Te conocí a la edad de 23 años, siervo de la Orden de la Santísima Trinidad y de la Redención de Cautivos, lo que viene a ser un fraile trinitario. Estudié letras, y me formaron en lo que desde el pasado curso se ha definido como periodismo. En la congregación nos gustaba llamarlo estudios de empresa y hogar. Aprendes a observar lo mundano y a preguntar por él. Quise ligar mis creencias de lo divino con la de escritor, y aprender a fondo la técnica de la ilustración y encuadernación. Las mejores imprentas, impresores e ilustradores, se hallan bajo el manto del Vaticano, la ciudad de Sevilla no es menos en este arte. Pretendí no traicionarme con el uso de la pluma y me expulsaron.

En un atardecer estaba en uno de los balcones que los monjes compartíamos espacio, en las horas de misa, con las hermanas del Santo Cristo, tú sujetabas un cirio mientras rasgabas con la punta de la navaja la madera de uno de los bancos de la basílica con las frases: «sin pan no hay credo que se salve», «los ricos roban el alimento de los pobres». Estuve tentado a interrumpir el sacrilegio, pero una fuerza invisible me lo impedía. Los enunciados colmaron de dudas mi espíritu, y a posteriori, vislumbré que el hábito no simbolizaba estar cerca de la gente que besa el misterio central de la cristiandad, más bien de lo contrario.

Mostré especial interés en tus señales, pataleos y de la fuerza subyacente que desprendías contra el orden establecido. Tus constantes algaradas anticlericales despertaron mi curiosidad por los asuntos que enterraba la inquisición. Descubrí, que te sobraban razones. Me sentí atraído hacia ti y a tu fe. Sin embargo, la mía acataba las directrices de la doctrinal papista. En una adinerada boda gritaste que los muros de la catedral hispalense estaban impregnados de pecado al haber apoyado en ellos a tantos esclavos en venta, que las escalinatas eran inmorales por las huellas de marcados hombres y mujeres, y que la piedra caliza había sido convertida en el sudario de los encadenados sin la aquiescencia de Dios. Por esas expresiones te soltaron a los perros; a partir de entonces no dejaste de correr y yo de amarte. De lejos te amo y de cerca suspiraba por tu amor.

Me trasladaron del acuartelamiento de Puivert a Bayona para recibir formación de enfermero, un destino que debí no aceptar, desde aquel domingo soleado que me convirtió en asesino y me trajo hasta aquí, Dios me negó su caridad.

A finales de 1806, estando en el frente de Jena, por escrito, apoderé a mi buen amigo Mateo para reeditar el libro inspirado en tu revolución, esta vez con la seguridad que suponía imprimirlo en París y con la esperanza de que el porvenir pondría uno en tus manos. ¡Cuándo suceda, mi Alma se habrá reencontrado para siempre con la tuya! Te quiero en este mundo de tinieblas y te querré en la infinita paz.

Si has leído estas líneas es porque estoy con el Padre que ha requerido mi presencia.

Una estrella del firmamento brilla de amor por ti.

 

Luis Gutiérrez

A JIERRO CARTA III COMPLETA

PRÓLOGO: EL DESCUBRIMIENTO
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Carta III

 

·         Hallada en la laguna de los Cachones en 1992.

·         Respuesta en carilla, doblado francés, sello fragmentado de colofonia rojiza.

·         Dirigida a:

 

On est le Lyon, 22 de mars de 1816.

Doña Pilar Gómez García.

 

Cher Madame Gómez.

                                                Mi llanto surge de alegría al saber de usted, a pesar de la honda tristeza que padezco. J’ai récupéré votre lettre de la mano de Michel H., oficial del ejército de la corona e íntimo amigo de Manolo, recién trasladado del cuartel de Puivert con destino a la escuela militar Madame Pompadour de París. Al terminar de leerla me puse de inmediato a redactar estas líneas con afecto y con el respeto que siento hacia su persona. Yo soy la señora de Manolo, es posible que no sepa de mí. Nos casamos el día que partió al frente, lo decidimos a las cuatro semanas del primer beso, el contundente flechazo de Cupido evocó tan maravilloso sacramento. Mi marido me habló mucho de Ud., le tiene auténtica admiración y una gran estima por su coraje al enfrentarse al autoritarismo en la España famélica de equidad social.

En estos agitados tiempos, la Jefatura de Versalles padece el caos de la administración gala. Le bureau de poste es una colina de correspondencia de enorme retraso en el reparto. Pese las especiales circunstancias en las que nos encontramos, las autoridades militares están dispuestas a entregarlas a cada destinatario. Por la fecha encabezada puedo dar gracias a Dios de tener la suya, de estar aquí Manolo expresaría con un ¡Ozú!, la queja por la demora. Pido disculpas anticipadas Madame Gómez por mi imprecisa memoria.

Las últimas noticias de la situación de Manolo han venido de la mano de del camarada de armas René que consiguió fugarse de los custodios ingleses. Afirmó que posterior a la encarnizada batalla de Waterloo, a la que fuimos abocados por Napoleón en su testarudez de dominar Europa, unos pocos pudieron huir y miles fueron embarcados rumbo a la bahía de Valencia. De familiares y amistades, sé que las embarcaciones son naves presidio que esperan fondear en Cabrera, es un islote del archipiélago Balear adoptado como cárcel militar.

A consecuencia de la derrota en la ciudad española de Bailen dejamos de soñar. El suceso de que los jóvenes hombres galos eran capturados y hacinados en fragatas, o como decimos aquí en ataúdes flotantes, conmocionó al pueblo Francés. Los difuntos, por el hambre o por la séptica herida, fueron arrojados a las aguas del Mediterráneo.

El entusiasmo de Sevilla en acoger los preceptos de l'empereur Bonaparte también asistió a la batalla del Puente de Triana para castigar con dureza la nefasta intención de querer apropiarse una tierra que no le pertenecía, ni por historia, ni por derecho. Conocemos bien el procedimiento aplicado a los prisioneros en aquel descalabro que se extendió por todo su país, no hubo perdón para ningún soldado, tampoco para los civiles compatriotas residentes, incluidos los de doble bandera. Cualquiera con arraigo francés sufrió la terrible reclusión. Si se repite la misma condena, temo por la vida de mi esposo. Me horroriza pensar por lo que estará pasando mon bon amour.

 

Guardo su cariñoso pliego como un tesoro. Se sentirá muy feliz al leerlo.

 

Avec tout mon amour et mon affection, recevez un gros câlin.

 

Att. Chloé Rodríguez.

 

P.-S. Si averiguase dónde se halla, por favor comuníquemelo por muy dolorosos que puedan ser los detalles.

sábado, 10 de febrero de 2024

LA MANIPULACIÓN

 


«La manipulación es terrible para la persona que la sufre. Principalmente, al desconocer que obedeces a la maquinación de quien te la práctica. Y, por esa odiosa pregunta que surge cuando descubres lo inocente que has llegado a ser: ¿No te dabas cuentas de lo fácil que se lo ponías?
Seguido de un profundo sentimiento de ser miembro honorífico de la Academia de la Estupidez».
MAHI 10/02/2024


lunes, 5 de febrero de 2024

LA VIDA, CUANDO DUELE EL ALMA

François-André Danican Philidor, nos dejó —s. XVIII—, una de las más famosas frases dedicada al juego de los 64 escaques: “Los peones son el alma del ajedrez”.

Es la pieza menos valorada y la más amenazada. De su equilibrio y fortaleza, depende la victoria. Lucha de principio a fin, hasta lograr la meta y así transformarse en la pieza clave de la vida del jugador.

Pero, ¿qué sucedería si a falta de un movimiento, de su coronación, le dijeran que el esfuerzo por lograr la meta poco puede servirle?

Yo, personalmente, le diría:

[...] La fatiga que aprendí a soportar esforzándome día a día fue como una batalla interna contra las funciones vitales de mi cuerpo. No obstante, jamás me rendí ante esa lucha constante. Aprendí a conocer mi cuerpo, a escuchar sus necesidades y a cuidarme con amor y paciencia [...]

Fragmento extraído del libro La vida, cuando duele el Alma.


LA VIDA, CUANDO DUELE EL ALMA




sábado, 24 de junio de 2023

LLORA DARYNA

La pobre mujer de treinta y tantos, manifestaba a su pequeña hija que no podía más. Entre semana vendía su dignidad por veinte cigarrillos y doscientos gramos de pan.

Yulia, madre y abuela, de 60 años. Al escuchar su lamento respondió:

     —Ha sido siempre nuestra obligación resistir. Cuando el mundo gira en llamas, a nosotras corresponde movernos y salvar lo poco que queda, sin quejarnos. Parimos hijos para la destrucción e hijas para la reconstrucción, así guerra tras guerra, y, en tiempos de paz, nos dan de lado.



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