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viernes, 31 de marzo de 2023

CRÓNICA DE UN FUNERAL


«Nunca conseguimos la libertad en la pureza de su significado. Vivimos dependientes de la madre en el útero. Al nacer dependemos de la lactancia. Mientras crecemos dependemos del dinero. Y, cuando esperamos a la muerte, dependemos de la incertidumbre de si vendrá hoy o lo dejará para mañana». 

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El floral féretro descansaba en una peana de mármol de un metro de alto, recubierto en su totalidad con pétalos de rosas de tonalidades oro, plata y verde —a simple vista parecían artificiales, pero no lo eran—. En el fondo opuesto se encendieron cientos de velones, cirios y velas, que lentamente dieron luz a la coral del Liceu —subida en un andamio— con la vocalista en el centro y a sus pies la orquesta filarmónica de la ciudad condal. Al hacer acto de presencia el arzobispo Lluís Sistach y dos de sus diáconos, responsables de la ceremonia, sonó la primera nota que dio paso al Himno de la Vida, cantata poética de Fernando Arbex. Viene a ser una nana que al oírla los pelos se me ponen de gallina. La letra hace referencia a María que entre sus brazos, en una noche azulada, da la bienvenida a su hijo Jesús recién nacido y le susurra ser su madre. Seguido de la alabanza de los ángeles descrita en el Evangelio, Tanaj y Corán. La majestuosa sonata es un cántico en latín, hebreo y arameo, con la pretensión de unir las religiones monoteístas; Judaísmo, Cristianismo e Islamismo. Arbex, de este modo, supo materializar perfectamente la petición del líder palestino, Yasir Arafat, de crear una composición sinfónica que reuniese a los tres credos. Titulada «Belén 2000 Himno de la Vida» y que se convirtió en la obra maestra del Año Santo Jubilar.

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miércoles, 15 de febrero de 2023

Adriel «Dios es mi ayuda»


Robert Graves —Robert von Ranke Graves— fue conocido como escritor y novelista de mitos de la antigüedad. Impulsado a la fama tras la adaptación a la pequeña pantalla, en 1976, de su novela «Yo, Claudio», escrita en 1934. Cosechó una veintena de libros de géneros distintos y dos poemarios. Dejo instrucciones de cómo quería la lápida de su tumba —humilde y sencilla—. A pesar de su desahogada economía, fue enterrado lejos de su tierra natal en un pueblecito de una isla del Mediterráneo en el que pasó la mayor parte de sus años —1929 a 1985—. Una cubierta de cemento rodeada de guijarros todavía hacen de laude. El epitafio, de tres sílabas, dice:  «Poeta». Escrita con el dedo de algún ser querido, antes de que el mortero secase. De esta manera se dio por cumplida su expresa y última voluntad. Con ello, el maestro, quiso dejar la pista, a mi entender, que en el camposanto de Deià se halla un hombre distinto al que la popularidad arropó. En resumen, Graves fue, sin lugar a dudas, uno de los grandes escritores narrativos del siglo XX con alma de rapsoda.
Conviven en nosotros dos cosmos interiores; atesoramos y protegemos, el que no queremos que destruyan, y mostramos a la sociedad el que esperan devorar. ¿Cuántas veces se ha sincerado contigo una persona en profundidad, desde su lado más íntimo? ¿Y, cuántas de esas veces no le has dado importancia ni prestado atención a sus palabras? A menudo, esto ocurre porque lo que te trasmiten no corresponde a la realidad que compartes con esas vidas. Un ejemplo lo encontrarás en el filme American Psycho.
Las noticias han de anticiparse al amanecer o darlas al anochecer, si no es así, parece que no lo son. Si se trata de una muerte, el efecto que produce tras su anuncio, nos afecta de manera distinta según la estación del año.