Contenido:
- LA CASA DE MUÑECAS
- ALMAS DEL OCASO
- ALBA
A la misma hora, cada día, se divierte con cuatro amigas de la casa de muñecas, le permiten soñar durante una hora. Antes de guardar la casita en el armario; las peina, estira sus vestidos, coloca el juego de té en su sitio, limpia la cocina y ordena los dormitorios. Cuando se entretiene más de lo usual y la enfermera de la residencia que le lleva la cena la pilla, Azucena se enfada, no le gusta que la riñan.
ALMAS DEL OCASO
¿Recuerdas cuando desde la regala contemplábamos
la llegada del ocaso y esperábamos el esplendor del momento para sellarlo con
un beso? El abrazo de tanta belleza fundía nuestras almas. Qué días tan hermosos
pasamos juntos. Te fuiste como la luz del horizonte que riega el mar de brillo
rojizo y oro. Lentamente, sin prisas. La estrella fugaz no olvidó pasar a recogerte.
Estarás de acuerdo que la puesta sigue siendo igual de maravillosa. ¿O lo es más desde tu lado? He de decirte que desde mañana el encuentro será en un nuevo velero, a la misma hora, en el mismo amarre. Te va a encantar, es la joya del océano y lleva tu nombre. A ras del astro volveré a besarte. Y, en el último centelleo, serás mi guía.
Estarás de acuerdo que la puesta sigue siendo igual de maravillosa. ¿O lo es más desde tu lado? He de decirte que desde mañana el encuentro será en un nuevo velero, a la misma hora, en el mismo amarre. Te va a encantar, es la joya del océano y lleva tu nombre. A ras del astro volveré a besarte. Y, en el último centelleo, serás mi guía.
ALBA
No sé si llegará a saber que soy yo quien le ha dado el corazón. No podía imaginar un mundo sin ella.
—Por favor, comunique a la familia que ha sido un éxito —el cirujano se dirige a la enfermera.
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